miércoles, 31 de agosto de 2011

Films con mucho arte: "Amadeus"

Hoy dedicamos nuestra serie Films con mucho arte a una de mis películas favoritas: Amadeus (Milos Forman, 1984). Recuerdo haberla visto por primera vez con mis padres cuando era pequeña, quizás con 10 ó 12 años, y desde entonces se convirtió en uno de mis clásicos preferidos. Podría decirse que fue mi "iniciación" en la música clásica: a través de este film conocí a Mozart, Salieri y las luces y sombras de la lujosa corte vienesa.

Imagen de tepasmas.com
Amadeus es una narración en flashback de la vida de Wolfgang Amadeus Mozart, el niño prodigio del clasicismo europeo y uno de los compositores de mayor éxito de la historia, desde el punto de vista del que fuera su rival en vida, Antonio Salieri. Salieri, después de intentar suicidarse gritando que él había matado a Mozart, es internado en un psiquiátrico donde cuenta su historia al padre Vogler: su relación admiración-odio hacia Amadeus (el amado de Dios) y la incomprensión de su brutal éxito, en apariencia procedente de la gracia divina. son los argumentos que subyacen en la historia contada por Salieri.

La película está basada en la obra de teatro de Peter Shaffer, que años antes había llegado a Broadway, pero con una crucial diferencia: en el teatro no se hacía uso de la música. Resulta aparentemente incomprensible que en una obra biográfica sobre un compositor se obvie un elemento tan importante, pero el teatro cuenta con este tipo de limitaciones. El film gozó de un gran éxito de público y crítica, ganando ocho premios Óscar (entre ellos a la mejor película, mejor director, mejor actor para F. Murray Abraham por su interpretación de Salieri, y mejor sonido) de los once a los que estaba nominado, y cuatro Globos de Oro.

Las obras de Mozart suelen ser de las más conocidas entre las piezas de música clásica, sobre todo las óperas. Las escenas de óperas que vemos en el film, entre otras el aria de La Reina de la Noche de La Flauta Mágica y algún fragmento de Don Giovanni y Las Bodas de Fígaro, acercan al gran público a una tradición de cientos de años que, tristemente, no se encuentra al alcance de todos. Si bien el espectador no percibe la misma sensación que tendría escuchando la obra en directo, sí puede disfrutar tanto de la música como de otros aspectos que acompañan la puesta en escena, destacando sobre todo el figurinismo, que en la película sigue de forma muy fiel los diseños que se utilizaron en su día en los estrenos de las óperas.


Muy destacable es la actuación de los dos actores principales. Tom Hulce, que interpreta a Mozart, fue contratado después de eliminar a Kenneth Branagh, ya que el director prefería trabajar en esta ocasión con actores americanos. Como dato curioso diremos que Hulce practicaba con el piano varias horas al día y que, según diferentes estudios que se han hecho sobre el film, la pulsión de las teclas es precisa y exacta. Además, dotó al personaje de Mozart de su inolvidable risa nerviosa que ha quedado grabada en el imaginario colectivo como uno de los rasgos definitorios de su personalidad: contribuye, además, a crear la imagen de "niño grande" u hombre inmaduro que Salieri le achaca durante el film. F. Murray Abraham, que ganó el Óscar y el Globo de Oro por su interpretación del envidioso Antonio Salieri, es quien lleva el peso del argumento del film, y sin duda la mejor interpretación del mismo: el desconcierto al no comprender por qué un hombrecillo adicto al juego, mujeriego y poco trabajador obtiene un éxito masivo, mientras que él, que ha dedicado su vida al trabajo olvidando otros placeres terrenales debe permanecer en un oscuro segundo plano, se ve reflejado en las miradas y gestos de Abraham. La locura derivada de la envidia por el éxito ajeno le lleva hasta el extremo de desear la muerte de su rival y apropiarse de su obra de forma póstuma: se convierte en todo aquello que odia, transformándose en un ser en el que la virtud da paso al odio más profundo.

Mi escena favorita del film es la que nos muestra a Mozart ya en su lecho de muerte, mientras dicta los últimos acordes del Confutatis del Réquiem a Salieri. En esta escena podemos ver resumido todo el argumento del film: Mozart, un pobre hombre machacado por la bebida, la falta de la figura paterna, y consumido por el éxito, concibe una espléndida obra musical que será recordada cientos de años después ante la incrédula mirada de un Salieri que a duras penas es capaz de seguir sus indicaciones. Si en verdad fue así como concibió la obra, realmente era un genio.

  
La película se rodó por completo en Praga, ciudad natal de Milos Forman, en los alrededores del caso histórico o Hraz, y en los teatros donde originalmente tuvieron lugar las representaciones de las obras de Mozart. La ambientación y el vestuario contribuyen de forma inestimable al trabajo de los actores, y ayudan al espectador a introducirse en el lugar y tiempo de la acción.

Imagen de Wikipedia
¿Habéis visto la película? ¿Qué os ha parecido?

martes, 30 de agosto de 2011

Florencia: la catedral de Santa Maria del Fiore (III): La fachada

Continuamos con los posts dedicados a la Catedral de Florencia, y hoy nos ocupamos del estudio de la fachada occidental.

Imagen de Wikipedia
La primitiva fachada de la catedral seguía las propuestas del arquitecto original, Arnolfo di Cambio, bajo un diseño de Giotto. Comenzó a ejecutarse hacia 1360, aún con estética gótica, pero solamente se llegó a una altura de unos 10 metros sobre el nivel del suelo (podemos ver una maqueta en madera del modelo seguido durante esta época en el Museo dell'Opera del Duomo). Ya en 1587 el Gran Duque de Toscana Francisco I ordenó al arquitecto Bernardo Buontalenti la demolición de la parte que había sido construida para realizar una nueva fachada que la cubriera siguiendo las cánones del estilo manierista, que reinaba en la época. Una vez más se convocó un concurso público para el diseño de la fachada, pero ninguno de los proyectos presentados convencieron al jurado, de modo que siguió descubierta hasta mediados del siglo XIX.

En 1864 se convocó de nuevo otro concurso público, y el jurado falló a favor del diseño del arquitecto Emilio de Fabris: éste presentó un proyecto de fachada neogótica que tiene mucho en común con las de las poblaciones vecinas de Siena y Orvietto. La decoración de mármol polícromo (blanco de Carrara, verde de Prato y rojo de Siena) hace juego con el exterior de las demás construcciones de la plaza: el campanile diseñado por Giotto y el Baptisterio quattrocentesco. Esta decoración lineal es típica de la zona de la Toscana, donde abundan las canteras de mármol.

Retrato de Galileo Galilei
(Imagen de brunelleschi.imss.fi.it)
La fachada occidental sigue las proporciones y los diseños de las catedrales góticas, pero se aparta de ellas con su profusa decoración y su gran número de esculturas. La estructura sigue el modelo gótico excepto en las torres laterales, que están desmochadas: el diseño original pretendía construir dos coronamientos triangulares, como en las catedrales de Orvietto y Siena, pero no convencía del todo, de modo que se hizo votar al pueblo florentino por el diseño que más les gustaba, y finalmente se construyeron las torres planas con balaustrada. La fachada está dedicada a la Virgen (la catedral se encuentra bajo la advocación de Santa Maria del Fiore, Santa María de la Flor, ya que porta un cetro florido en la mano), cuya imagen se encuentra sobre la puerta principal, rodeada por figuras de los doce apóstoles en nichos. En el espacio entre el gran rosetón y el frontón de la nave central se encuentran esculturas de busto de los artistas florentinos más importantes y reconocidos.

Retrato de Giuseppe Cassioli
(Imagen de Wikipedia)
El programa iconográfico que sigue la fachada de la catedral tiene un carácter de exaltación histórica y nacionalista que se refleja sobre todo en los mosaicos sobre las puertas, realizados en Venecia siguiendo los cartones diseñados por Niccolò Barabino a finales del siglo XIX. En dichos mosaicos se representan los temas de Cristo entronizado y acompañado por la Virgen y San Juan Bautista en la puerta central (temática religiosa con las tres figuras principales a quienes se dedican los principales edificios de la plaza), La Caridad entre los fundadores de las obras pías florentinas en la puerta de la izquierda, y Los artesanos, mercaderes y humanistas florentinos rindiendo homenje a la Virgen sobre la puerta de la derecha.
 


Imágenes de Wikipedia

El diseño de las puertas de bronce, finalizadas en 1903, corrió a cargo de Augusto Passaglia y Giuseppe Cassioli, y contienen escenas de la vida de la Virgen. La puerta de la derecha, realizada por Cassioli, contiene un autorretrato del artista ahogado por una serpiente, como recuerdo de las dificultades por las que tuvo que pasar a la hora de llevar a cabo esta obra.

viernes, 26 de agosto de 2011

Florencia: la catedral de Santa Maria del Fiore (II) La cúpula

Continuamos hablando de la catedral de Florencia: hoy dedicamos esta entrada a la construcción y decoración de su famosa cúpula.

Como ya dijimos, el proyecto para la edificación de la cúpula salió a concurso público en 1418, presentándose numerosos proyectos tanto para el diseño de la misma como para la construcción de las máquinas que habrían de participar en el proceso. El concurso no tuvo un ganador concreto, sino que se decidió encargar el proyecto a Filippo Brunelleschi, que acababa de volver de Roma, y al escultor Lorenzo Ghiberti.
Fue éste un proyecto complicado debido a la altura y forma de la cúpula: construida sobre un tambor octogonal, la excepcional altura de la construcción y en consecuencia su elevado peso fueron resueltos por Brunelleschi con un diseño de doble cascarón. La cara exterior, con forma apuntada, está realizada con más de cuatro millones de ladrillos dispuestos en forma de espina de pez, renovando una técnica ya conocida en el Imperio Romano. La  parte interior es una semiesfera perfecta, y entre ambas caras hay un espacio vacío en el que se insertan arcos y vigas de madera, cuya función en trasladar parte del peso de la parte superior de la cúpula hacia el interior, y así aligerar la construcción. Tenemos, de este modo, dos cúpulas que se autosustentan, lo cual hizo posible que fueran construidas sin cimbras o apoyos.
La parte superior de la cúpula peraltada remata en una linterna diseñada por el propio Brunelleschi, y cuyo proyecto no desveló hasta que fue estrictamente necesario, manteniendo así el control sobre toda la construcción. La linterna, contradiciendo lo que se había hecho hasta entonces, es de gran tamaño, y se inspira en los templos circulares romanos que Brunelleschi había visto durante su estancia en la capital. Fue terminada por el arquitecto Michelozzo, tras la muerte de Brunelleschi.

La parte interior de la cúpula, situada sobre el crucero y con forma de semiesfera, fue decorada por los pintores Giorgio Vasari, que pintó a fresco, y Federico Zuccari, quien lo hizo a fresco seco. El Gran Duque de Toscana Cosme I de Médici eligió como tema el Juicio Universal, un tema muy recurrente durante la época de la Contrarreforma: este movimiento surgió como respuesta de la Iglesia Católica ante la reforma de Martín Lutero, y estipulaba claramente la forma y modo en que debían ser representadas todas las imágenes religiosas. Este hecho dejaba muy poca libertad creativa a los artistas, que se dedicaron sobre todo a perfeccionar su técnica.

Las figuras se distribuyen en distintos anillos entre los que se distribuyen el mundo terrestre, los castigos del averno y la corte celestial en torno a la figura de Cristo en majestad. La parte superior, en la que se encuentran los 24 ancianos del Apocalipsis, fue realizada por Vasari, mientras que más abajo, los grupos de Cristo y la Virgen, las virtudes teologales, los dones del Espíritu Santo, los pecados y el infierno fueron obra de Zuccari y algún colaborador, como Cresti. Se trata de la mayor superficie pintada al fresco, con un área de 36.000 metros cuadrados.

Cuando viví en Florencia tuve la gran suerte de que mi casa estaba en el centro histórico de la ciudad, y podía ver la gran cúpula desde la ventana de mi habitación: no podéis imaginar la sensación de sentarme en el alféizar de la ventana para estudiar, con la imagen de la cúpula al fondo. Me costaba concentrarme porque constantemente se me iba la vista desde el libro hacia la catedral, pero poder echarle un vistazo todas las noches antes de acostarme era impagable.

Imágenes de Wikipedia

miércoles, 24 de agosto de 2011

Films con mucho arte: "Yo, Claudio"

Retomamos la serie Films con mucho arte con una entrada muy especial dedicada no a una película, sino a una serie de televisión que marcó una época: Yo, Claudio (Jack Pullman, 1976). Esta elección se debe a una propuesta de @cosechadel66 en Twitter, en la que pedía a los internautas nombrar sus tres series de televisión favoritas: una de las suyas es Yo, Claudio, y a mí se me encendió la bombilla :) Desde aquí os invito a echarle un vistazo a su blog, que es muy interesante!

Imagen de nerdvision.com.br
Yo, Claudio es una miniserie para televisión realizada por la BBC en 1976 basada en la novela homónima y en su secuela Claudio, el dios, y su esposa Mesalina, ambas del escritor inglés Robert Graves. La serie sigue de forma bastante fiel su modelo literario: Claudio, ya emperador, escribe sus memorias y rememora su juventud, excusa utilizada por el autor para narrar la Historia del Imperio Romano de una manera cercana, desde Augusto hasta Calígula. La novela se basa en los textos históricos de Plutarco, Tácito y Svetonio y sus temas principales son las intrigas políticas (pactos, traiciones, alianzas...), los usos sociales romanos de la época (religión, celebraciones) y el retrato de personajes históricos

Imagen de guardianco.uk
La serie de la BBC estuvo protagonizada por Derek Jacobi en el papel de Claudio, y por otros actores pertenecientes al teatro shakespeariano; el mismo Jacobi participó en títulos como Hamlet, Enrique V (ambas bajo las órdenes de Kenneth Branagh) y Otello. Personalmente, el recuerdo más cercano que tengo de este gran actor es de otra película histórica: Gladiator (Ridley Scott, 2000), donde da vida al senador republicano Graco.


La historia está narrada a través de flashbacks constantes en los que el emperador recuerda años anteriores: el uso de la primera persona para la narración hace que se produzca una total identificación espectador-protagonista, de modo que albergamos los mismos sentimientos que él (odiamos a quien él odia, admiramos a quien Claudio admira). A través de los trece episodios con los que cuenta la serie, Claudio nos presenta su historia: de cómo era rechazado por su propia familia por ser considerado, equivocadamente, un tonto inútil debido a sus deficiencias físicas (sufría poliomielitis, era cojo y tartamudo) a cómo ascendió al poder a la avanzada edad de 49 años, convirtiéndose en dueño de uno de los mayores imperios sobre la tierra.

Imagen de zonacharrua.com
La serie fue un éxito absoluto en su momento, y aún hoy es considerada por público y crítica como una de las mejores producciones televisivas del siglo XX. Personalmente, creo que a día de hoy no se ha realizado una mejor serie de carácter histórico: la fidelidad a la novela, la elegancia de los actores ingleses y la excelente labor de ambientación hacen de esta serie una de las joyas de nuestro tiempo. Cosechó distintos premios, entre ellos tres BAFTA en 1977 (mejor actor, mejor actriz y mejor diseño de producción) y un EMMY a la mejor dirección artística en un drama en 1978.

Imagen de panotour.blogspot.com
El diseño de vestuario, crucial para la ambientación de la serie y para hacer entrar a los actores en sus personajes, fue obra de Barbara Kronig, quien ya había trabajado en producciones de corte histórico como la TV Movie de Hamlet para la BBC. A destacar, sobre todo, el diseño de las joyas que lucen los personajes femeninos: collares, pendientes, tiaras y broches son fieles reproducciones de los originales de época. Además, los peinados de todos los actores reflejan los que lucen los personajes históricos en las reproducciones que conocemos.


Después de escribir esta nota, ¿no tenéis ganas de volver a ver la serie, una vez más? 

viernes, 19 de agosto de 2011

Florencia: la catedral de Santa Maria del Fiore (I)

Volvemos con la serie de posts cobre Florencia. Ya hemos visto una escultura (El rapto de la Sabina, de Giambologna), una pintura (El nacimiento de Venus, de Botticelli), así que hoy nos toca analizar una obra de arquitectura, y nada mejor que la construcción más representativa de la ciudad: la catedral de Santa Maria del Fiore. Podría hablar durante horas sobre la catedral, así que lo haré en varios posts: el de hoy está dedicado a la construcción arquitectónica.

Imagen de clickz.it
La catedral de Florencia se encuentra ubicada en el casco histórico de la ciudad, y comparte plaza con el baptisterio y el campanile. Su construcción comenzó en 1296 sobre los cimientos de la antigua iglesia de Santa Reparata, y pasó por distintas manos de experimentados arquitectos, como Arnolfo di Cambio y Giotto, hasta su consagración en 1436, una vez terminada la construcción de la gran cúpula de Brunelleschi.

Imagen de firenzemia.it
El primer arquitecto en trabajar el proyecto de la catedral fue Arnolfo di Cambio, quien diseñó una construcción bastante mayor que su predecesora y concibió una enorme cabecera trilobulada en el lado este, precedida por un gran transepto que soportaría una cúpula. Tras la muerte del arquitecto las obras quedaron paralizadas hasta que se hizo cargo de las mismas Giotto con la ayuda de Andrea Pisano: la prematura muerte de ambos pocos años después hizo que el título de maestro de obras lo recibiera Francesco Talenti. Talenti amplió aún más la planta de la catedral, dando lugar a la construcción que podemos visitar actualmente: a él debemos el diseño de los enormes pilares que separan la nave central de las laterales.

Imagen  de pasalavida.org
En 1418 salió a concurso público el diseño de la cúpula de la catedral, que pretendía cubrir un espacio de 43 metros de diámetro a unos 60 metros de altura. A este concurso se presentaron numerosos proyectos, y finalmente sería seleccionado el de Filippo Brunelleschi, que llevaría a cabo con ayuda del escultor Lorenzo Ghiberti. Brunelleschi, después de estudiar numerosos edificios clásicos como el Panteón de Agrippa y de una estancia en Roma, propuso la construcción de una doble cúpula, semiesférica al interior y cupuliforme al exterior (no tiene forma de medio círculo, sino que la clave se encuentra en una posición muy superior) realizada con ladrillos: posee la superficie más grande pintada al fresco en la parte interna (3600 metros cuadrados decorados por Giorgio Vasari y Federico Zuccari) y es la mayor cúpula en ladrillo jamás construida. La linterna que corona la cúpula corresponde también a un diseño de Brunelleschi terminado tras la muerte del arquitecto por Michelozzo: en la parte superior se encontraba una gran esfera dorada realizada por Andrea Verrocchio, que cayó al suelo en 1492 (la leyenda dice que como presagio de la muerte de Lorenzo el Magnífico) y de nuevo en 1600, tras ser golpeada por un rayo durante una tormenta. Un disco de mármol blanco en el suelo de la Piazza del Duomo marca el lugar en el que cayó la esfera.

Imagen de wikipedia.org
El interior de la catedral, a excepción de la zona del transepto, se encuentra casi  desposeído de decoración, y esto hace que los grandes pilares cobren protagonismo y reciban toda la atención del visitante. Sin embargo, la decoración interna de la cúpula es uno de las más  importantes obras de la Historia de la Pintura: Zuccari y Vasari, artistas al servicio de la Contrarreforma, fueron los encargados de representar la escena del Juicio Universal, siguiendo las órdenes de Cosimo de Médici. La técnica usada es mixta: fresco y fresco seco.
El exterior de la catedral está decorado según la tradición de la Toscana, con mármol de tres colores: blanco de Carrara, serpentino verde de Prato y rojo de Siena. 
Imagen de florencetravel.org

miércoles, 17 de agosto de 2011

UIMP: agradecimientos y despedida

Ya con un poco de distancia he decidido redactar una nota sobre la experiencia vivida la semana pasada en el curso de la UIMP con Antonio Muñoz Molina, del que pude disfrutar gracias a una beca de la Fundación Banco Santander.

Semanas antes de salir hacia Santander ya estaba emocionadísima: la posibilidad de asistir a un curso con uno de tus autores favoritos, y que además es uno de los grandes, no se plantea todos los días. Si además ese curso tiene lugar en un entorno privilegiado, como el Palacio de La Magdalena en Santander, sede de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, la cosa mejora. Y si se tiene la oportunidad de compartir esos días con compañeros verdaderamente interesantes y disfrutando de una semana dedicada por entero a la cultura, la perspectiva no puede ser mejor.

Desde este blog quería felicitar a la UIMP por la excelente organización del curso y de las actividades culturales que han tenido lugar durante mi estancia en Santander: gracias a la Universidad he podido disfrutar  de cine, música clásica, literatura, música contemporánea... No pensaba que cinco días podían dar tanto de sí. Aparte, felicitar también a Juan José Cacho (@cachuco), responsable de la gestión de las redes sociales de la UIMP, que me ha apoyado en mi trabajo como blogger y twittera durante estos días, y al que he bombardeado literalmente con cientos de tweets mientras retransmitía los actos en los que he participado: un 10 para la UIMP en el uso de nuevas tecnologías. Y, hablando de redes sociales, le doy las gracias también a Regino Mateo (@ReginoMateo) por sus retweets, su feedback durante estos días y su fenomenal entrevista a Muñoz Molina: ¡es un placer encontrar a gente profesional y cercana! Espero que podamos colaborar en más proyectos y seguir difundiendo la cultura en Santander, Madrid o donde sea, que falta hace...

De igual forma, agradezco a mis compañeros de curso, especialmente a mi compañera de beca María Sánchez (@Maria_Sanchez_) y a nuestras nuevas amigas Catherine y Jany, con quienes he compartido estos días. Sin duda las risas, las charlas, las sobremesas... han marcado la diferencia entre lo que hubiera sido un rutinario curso de verano convirtiéndolo en una experiencia inolvidable. Me llevo un recuerdo genial de todas vosotras, y espero que volvamos a vernos muy pronto. También las nuevas amistades cosechadas en Santander, como los chicos del curso de interpretación, los chicos franceses del curso de física cuántica, los vecinos de aula del curso de fotografía, los compañeros de mesa durante los desayunos, comidas y cenas... Estoy agradecida por haber podido conocer a gente tan diferente y a la vez tan especial.

Le doy las gracias públicamente a la Fundación Banco Santander (@FBancoSantander) por concederme la beca y darme así la oportunidad de realizar este curso: sin vosotros no me habría sido posible asistir. Espero que os haya gustado mi "retransmisión" desde Santander y las crónicas en el blog, y espero que podamos seguir colaborando en futuras ocasiones. En especial quiero dar las gracias a Laura Rizo (@booktrendygirl), responsable de redes sociales de la Fundación, que ha estado pendiente en todo momento, tanto en Santander como en Madrid, del desarrollo de los acontecimientos, y que ha sido la cara visible de la Fundación para mí: enhorabuena por la gestión, y gracias por el trato recibido, eres un diez!! 

Por último, quiero dar las gracias a Antonio Muñoz Molina (@amunozmolina) por haber querido compartir con todos los asistentes al curso sus experiencias para así ayudarnos a entender cómo se escribe una novela. Le agradezco que, como autor, me haya inspirado para escribir: escuchando sus palabras he aprendido a buscar las historias en las personas que me rodean y en mi propia experiencia, a valorar la literatura un poco más si cabe, a ser crítica con las influencias que puedo recibir... Le garantizo que he vuelto a Madrid deseando ponerme delante de la pantalla del ordenador para compartir mis historias con los demás, y esto no habría ocurrido de no haberle escuchado. Y, sobre todo, le agradezco que como persona haya tenido un trato tan cercano con nosotros: lejos de venir con ínfulas de escritor famoso y reconocido, hemos tenido la oportunidad de disfrutar del Antonio cercano, que nos hacía confidencias y que compartía su experiencia.

A todos vosotros, y a los que se me han quedado en el tintero, os doy las gracias por hacer de estos días una experiencia inolvidable y que espero repetir muy pronto.

RAQUEL RODRÍGUEZ

lunes, 15 de agosto de 2011

UIMP: Cantabria y Burgos, el viaje de vuelta

Terminada una de las semanas más culturales de las que he podido disfrutar, tuve que emprender camino de vuelta a Madrid: la perspectiva de 5 horas conduciendo sola no era muy alentadora, de modo que decidí sazonarla un poco para hacerla más amena. Después de estudiar las diferentes opciones puse rumbo a Burgos: maletas dentro del coche y... off we go!!

La verdad es que había planeado ir a Burgos por la autovía, pero el GPS decidió por sí mismo llevarme de nuevo por el Puerto del Escudo, y la verdad es que no le podría estar más agradecida: si durante el viaje de ida me sorprendí al descubrir los maravillosos paisajes de Cantabria, en el de vuelta pude disfrutarlos con un sol espléndido y a 20 km/hora gracias al autobús que llevaba delante durante gran parte del trayecto. Ventanillas bajadas, el I-pod a todo volumen, y (sí, ya sé que está mal) móvil en mano para intentar hacer unas fotos sin perder de vista la carretera. Sorprendentes los pequeños pueblos que se encuentran en medio del valle de Luena, que a veces sólo cuentan con tres o cuatro casas y una pequeña tienda donde vender sobaos y quesadas artesanas. Espectacular el color de la vegetación que lo inunda todo en las lindes del camino. 


Una vez en Burgos me dirijo directa a ver la catedral: había pasado mucho tiempo desde mi última visita a la ciudad y me apetecía muchísimo volver. Compro mi entrada y entro por la puerta del Sarmental (lado sur del transepto) que tantas veces hemos nombrado en clase de arte gótico. En el interior del templo uno se siente sobrecogido por la grandeza de la construcción: piedra blanca que habla a través de los siglos. Y también vía Twitter: la catedral de Burgos debe de ser de los pocos monumentos que tienen cuenta propia (@CatedralDBurgos), y desde aquí querría felicitar a la persona que se encuentre detrás de  la misma, ya que la gestiona de maravilla: si les escribes un tweet enseguida te responde, agradeciéndote la visita. Me parece una iniciativa genial y una manera muy original de promocionar el turismo de la ciudad y de interactuar con los turistas. 

Espectacular la capilla de los Condestables: una pequeña iglesia dentro de la catedral. Sorprendentes los relieves de la parte exterior de la girola, con escenas sagradas casi de bulto redondo. Geniales las vistas del coro, con la sillería renacentista, un enorme libro de cánticos y el rosetón de la fachada occidental al fondo. En la escalera dorada una pareja de recién casados posaba para las fotos de su boda en un entorno envidiable. Las bóvedas de las diferentes capillas nos hablan de los arquitectos, constructores y mecenas de una obra que sigue sorprendiendo al visitante a lo largo de los años. El claustro bajo, acristalado, acoge una muestra muy especial sobre "arte en la catedral", donde obras contemporáneas se integran perfectamente con el edificio medieval. En el exterior, la famosa fachada occidental presume de la restauración de sus agujas, que se elevan hacia el cielo por encima de todos los edificios de la ciudad.

Después de visitar la catedral, disfruté de una vuelta por la ciudad, disfrutando del ambiente alrededor de la Plaza Mayor: unas tapas en un bar del centro, unas compras de productos típicos, y otra vez al coche. A través de la ventanilla me despido de la estatua del Cid que preside el puente dando la bienvenida al viajero.

Destino: Tordesillas. Parada en boxes sólo para tomar un café (hacía demasiado calor para hacer turismo, una pena) y rumbo a Madrid por el puerto de Guadarrama y el Alto de León. Un viaje agradable, a pesar de ser un poco largo, pero disfrutando del paisaje circundante: si bien no es el verde de Cantabria, sí se trata del amarillo de los campos de Castilla, que también tiene su encanto.

¡Un viaje de vuelta lleno de sorpresas que me encantará repetir en breve!

domingo, 14 de agosto de 2011

UIMP: técnica escénica: en torno a Mozart y Händel

Entre las diversas actividades culturales que ofrece la UIMP, el pasado jueves pudimos disfrutar en directo de algunos fragmentos de dos de los compositores más importantes de la historia: Mozart y Händel.

Programa del concierto

Durante la semana del 8 al 12 de Agosto tuvo lugar el curso Técnica escénica: en torno a Mozart y Händel impartido por Raúl Arbeloa y dirigido a cantantes líricos. A lo largo de la semana, Arbeloa ha impartido clases de recursos y técnicas de interpretación escénica que deben acompañar al trabajo vocal de los artistas. El resultado pudimos disfrutarlo el jueves en el Paraninfo de la UIMP, y puedo asegurar que no decepcionó a nadie.

Ana Cristina Marto
interpreta un aria de Hercules (Händel)

Los compañeros arropan a Irene Rodríguez
en su interpretación de Rodelinda (Händel)

Arbeloa se encargó de presentar el concierto y de introducir cada una de las actuaciones con una breve reseña sobre la obra a la que pertenecían los fragmentos para poner en situación al público. Prescindiendo de todo aquello que pudiera robar la atención del espectador, como escenografía, maquillaje o vestuario, los cantantes actuaron con ropa de calle y con el único acompañamiento de un piano. A esto se le añade la dificultad de hacer llegar al público los sentimientos de los personajes interpretando piezas sueltas, sin una continuidad argumental.

Ante un público totalmente entregado, los artistas de diferentes nacionalidades (española, francesa, cubana y argentina) interpretaron fragmentos de las óperas Alcina, Rodelinda, Guilio Cesare in Egitto y Hercules de Händel, y Così fan tutte, Don Giovanni, La clemenza di Titto y Die Zauberflötte de Mozart. En total diez arias y un dúo final que emocionaron a los asistentes, muchos de los cuales acabaron en lágrimas.

Ana cristina Marto e Irene Rodríguez,
en el dúo final de Rodelinda (Händel)
Todos en escena acompañan a
Mónica Sánchez, que interpreta a Cleopatra
Giulio Cesare in Egitto (Händel)
Personalmente, las interpretaciones de los alumnos del curso de la UIMP me conmovieron: en este tiempo en el que la calidad de la música actual es muchas veces cuestionable, la posibilidad no sólo de escuchar las obras de grandes maestros en directo, sino de disfrutar de la puesta en escena, fue un lujo. Desde este blog envío mis felicitaciones a los cantantes, a quienes he tenido la suerte de conocer personalmente a lo largo de esta semana en Santander, y a Raúl Arbeloa por el gran trabajo que ha hecho con ellos: a todos los auguro una exitosa carrera.

En el timeline de mi perfil de Twitter (@RaRoARTE) podéis encontrar la crónica en directo del concierto, con fotos de los cantantes en plena actuación.

viernes, 12 de agosto de 2011

UIMP: Itinerarios de un aprendizaje (VI) Despedida y cierre

Último día del ciclo Itinerarios de un aprendizaje con Antonio Muñoz Molina en la UIMP: durante la última sesión en la que hemos hablado sobre la educación, el escritor y el hecho mismo de escribir, la poesía y la vida en general, Antonio nos ha deleitado con unas cuantas frases memorables que permanecerán en la memoria de los asistentes durante mucho tiempo.

Llegábamos al aula (al Salón de Baile del Palacio de la Magdalena, que no es una clase cualquiera) con la moral un poco baja, pensando que era el  último día que podríamos disfrutar de la presencia de Antonio en directo, pero muy animados por la expectativa creada ante una mañana más compartiendo sus experiencias.

Durante la primera parte de la mañana Antonio nos ha hablado sobre sus vivencias como escritor: "escribir y ser escritor son cosas distintas: hay gente que querría ser escritor, pero que no le gusta escribir" ha dicho el autor mientras reflexionaba sobre el hecho de "ser" y "parecer": ¿eres escritor mientras escribes? ¿o sólo cuando hay alguien que te llama escritor? Precisamente hace poco se me planteó una situación similar: yo consideraba que escribía un blog, pero fue en el momento en que alguien me llamó "blogger" cuando pasé a considerarme "legítimamente" como tal.

Por otro lado, hablábamos también de la valoración del escritor: si escribes y sabes que eres bueno ¿hace falta que vendas un número concreto de ejemplares para considerarte un buen escritor? ¿Es la experiencia siempre algo positivo para el escritor? ¿o debemos conservar una actitud fresca y joven? Muchas preguntas frente a las que Antonio nos ha ofrecido su punto de vista, muy valorado por todos los presentes.

Más tarde nos ha tocado el turno a nosotros: la mayoría de opiniones han venido por parte de profesores de lengua y literatura, profesión compartida por muchos de los asistentes al curso, y han versado sobre la educación. El problema del sistema educativo actual, del escaso interés de una parte de la población por la lectura o del poco apoyo concedido a los escritores noveles han sido algunos de los temas tratados en el momento de compartir experiencias. Inevitablemente, la crisis generalizada en la que nos encontramos ha salido a colación en el debate, y la postura del autor era firme y clara: "los países que han salido de la crisis son los que han hecho una gran inversión en educación".

La poesía ha cerrado las jornadas junto a Antonio Muñoz Molina: "para mí la poesía es el grado máximo al que puede aspirar un arte, ya sea literatura, cine, fotografía o cualquier otra" sentenciaba Antonio. 

El Vicerrector de la UIMP ha presidido el acto de clausura del curso y entrega de diplomas, sin duda un momento muy emocionante para todos los que hemos participado. Tras estampar su firma, Antonio ha hecho entrega personalmente de un documento que, además de tener un peso académico, han tenido un significado personal: realmente me he sentido inspirada por las palabras del escritor, y me voy de Santander con el deseo de escribir y de compartir mi historia.

Os dejo algunas de las frases de Antonio hoy, que estoy segura de que disfrutaréis:
- "La poesía en mi vida será un amor permanente. He leído poesía siempre: el libro de poemas es una dosis inmediata"
- "Escribir es mucho más importante q ser escritor: es un trabajo personal y constante q debe hacer uno solo ante un papel"  
- "Hay quien piensa que escribir es añadir, pero muchas veces escribir es quitar" - "El escritor verdadero está en cada frase que escribe, en cada línea" 
- "Qué rara es la vida de los libros, y qué poco sabemos de qué va a ser de ellos,de cómo van a hablar a quien lo lea" 
- "El equilibrio ideal es el del ciudadano autónomo y libre que disfruta de las artes"  
- "Cada uno somos fruto de una combinación única: somos incesantemente interesantes los unos para los otros"  
- "Es maravilloso:nadie está condenado a ser algo para siempre.Las personas se hacen a sí mismas,es la self-invention"  
- "Hay mucha manía de corregir el pasado, cuando lo que hay que hacer es estudiarlo para saber lo que pasó" 
- "Hay que aprender a no desear demasiado porque nuestras vidas son demasiado cortas" 
Os recuerdo que podéis leer la retransmisión en directo de las conferencias en mi perfil de Twitter (@RaRoARTE) y, ya de vuelta en Madrid y una vez asentada escribiré un post en el que os haré partícipes de mi experiencia durante estos días.

jueves, 11 de agosto de 2011

UIMP: Itinerarios de un aprendizaje (V) ¿Ficción o no ficción?

Hoy ha tenido lugar la cuarta jornada del ciclo Itinerarios de un aprendizaje con Antonio Muñoz Molina en la UIMP, en la que hemos hablado sobre qué es y qué no es literatura, y sobre las obras de ficción y de no ficción. Al acabar las charlas hemos podido constatar que, a pesar de que la ficción quizás goza de una mayor aceptación en nuestro tiempo, en realidad todas las historias tienen su génesis en la vivencia personal de alguien, en un pensamiento o experiencia que ha sido verdad.

Durante la sesión nos hemos hecho la pregunta de si es necesario inventar historias ¿acaso no tenemos historias de sobra en nuestra propia vida? ¿es que las historias que imaginamos son más apasionantes que aquellas que nos suceden en nuestro día a día? En palabras del propio Antonio "hay un mundo ya inventado que merece ser narrado: todo el mundo posee experiencias que vale la pena que sean contadas". Debido al mayor prestigio de la ficción en la literatura actual hay un buen número de historias que se pierden: cuando alguien muere se lleva consigo aquellos relatos que no ha querido o podido contar, y este hecho debería hacernos reflexionar. También las historias de "los pobres" quedan muchas veces en el silencio, ya que no hay narradores que se las muestren al mundo.

Imagen de alfaguara.com
Enlazando con este tema, Antonio nos ha hablado sobre su novela Ardor guerrero, que ha descrito como "un relato de las cosas tal y como han sucedido". Le criticaron en su día que no fuera una novela al uso, pero él tampoco la concibió como tal: en la obra rememora su vida en los años 80, y realiza un pacto con el lector a través del cual le asegura que todo lo que está contando es cierto. Esa es la diferencia entre la narrativa de ficción y la  de no ficción: narrador y lector deben encontrarse de acuerdo y fiarse el uno del otro en cuanto a la veracidad de los hechos.

La literatura de testimonios ha sido el otro tema importante tratado en las charlas esta mañana: Antonio nos planteaba el hecho de que las personas que se encuentran en una situación límite (escondidos, secuestrados, en una guerra, etc) son aquellos que necesitan compartir su experiencia, y se valen de la literatura para ello. Así surge la literatura de diarios, quizás el tipo más personal de creación literaria: los autores no tienen por qué haber estudiado ni ser narradores reconocidos, a veces la periodicidad de los escritos o su longitud no sigue una regla o un cierto tipo de composición. ¿Podemos entonces considerarlo literatura? Personalmente, Antonio me sorprendió con su respuesta: "existen cosas más importantes que la literatura, como los diarios, que atestiguan una situación".

Para ilustrar el problema de la veracidad de la obra Antonio ha recurrido a imágenes de Robert Capa y de Doisneau cuya veracidad se ha puesto en duda en algún momento: ¿importa realmente que estas imágenes sean reales?

Antonio ha compartido con nosotros historias muy personales, propias y de personas cercanas a él; durante los momentos de interacción, también los alumnos hemos podido hacerle llegar nuestras propias historias, esas que merecen ser contadas.

Mañana, a partir de las 9:30, twittearemos en directo la última sesión del ciclo desde @RaRoARTE con los hashtags #MunozMolina y #UIMP.

Imágenes de ladefiniciondelviento.blogspot.com y usuarios.multimania.es

UIMP: Homenaje a Luis García Berlanga

Dentro de las actividades culturales de esta semana en la UIMP he tenido la gran suerte de poder disfrutar del homenaje que se le ha rendido a uno de los mejores cineastas de nuestro tiempo: Luis García Berlanga. Sobra decir que después de haber estudiado Historia del Cine me hacía especial ilusión este evento y he disfrutado muchísimo retransmitiéndolo en directo vía twitter.

Las Caballerizas del palacio de la Magdalena, donde se ubica el paraninfo de la UIMP, han sido testigo de excepción del homenaje a Berlanga, y con unos invitados para quitarse el sombrero: el director de cine Kepa Sojo (El síndrome de Svensson, 2009), el Historiador de Cine Román Gubern y los actores Amparo Soler Leal (Plácido, Tamaño Natural, La Escopeta Nacional) y José Sacristán (La Vaquilla, Todos a la cárcel).


La Vicerrectora de la UIMP ha presentado el homenaje y a los invitados que, bajo la sabia batuta de Kepa Sojo, han querido acercarnos a la faceta más humana del desaparecido Luis García Berlanga. Les hemos escuchado hablar de él como de un amigo cercano e íntimo: nos han contado, de forma clara y sencilla, y con un timbre de nostalgia en sus voces, cómo no-dirigía a los actores ("hablad todos a la vez, que en España hablan todos al mismo tiempo", recordaba Soler Leal que les decía mientras rodaban) y cómo a través de sus películas podemos rehacer la historia de la España de la segunda mitad del siglo XX.

Gubern, experto en la materia, ha definido el cine de Berlanga como sainetesco, y todos han estado de acuerdo al afirmar que, a pesar de que su trabajo no fue reconocido como lo merecía en su momento, lo será con el paso del tiempo.

Me gustaría destacar la emoción palpable en la voz de Amparo Soler Leal al hablar de Berlanga: se notaba por el tono de confidencia que admiraba y quería al director, más allá de su trabajo. También José Sacristán, uno de mis actores españoles favoritos desde hace tiempo, y muchísimo más después de haber visto Un lugar en el mundo (Adolfo Aristarain, 1992), donde me sorprendió y conmovió a partes iguales, hablaba de Berlanga con un respeto y a la vez una cordialidad dignas de admiración. Sin duda el reconocimiento de los compañeros de trabajo es uno de los mayores homenajes que se puede recibir.

Posteriormente se ha proyectado el film Bienvenido Mr. Marshall (L. García Berlanga, 1952), opera magna del autor, y hemos podido disfrutar de las geniales actuaciones de Pepe Isbert y Manolo Morá. Al finalizar la película, durante la cena, mis compañeras francesas y yo hemos hecho nuestro particular cine forum: creedme si os digo que es genial oír las opiniones de personas extranjeras frente a la obra de Berlanga, que me han ofrecido un punto de vista nuevo y diferente de muchas cosas.

Esta entrada del blog se la quiero dedicar a José Luis Sánchez-Noriega, mi profesor de Historia del Cine en la Universidad, quien me enseñó tanto sobre el séptimo arte y me mostró cómo es posible ver más allá de las películas, convirtiéndome en la cinéfila empedernida que soy hoy. ¡Gracias!

UIMP: Itinerarios de un aprendizaje (IV) La gestación de la novela

Otro día más del ciclo Itinerarios de un aprendizaje con Antonio Muñoz Molina en la UIMP, y tengo que decir que cada día mejora. La complicidad que se va creando a lo largo del tiempo entre profesor y clase se hace patente en los momentos de interacción con el autor: si al principio la clase estaba un poco "cortada" a la hora de compartir experiencias, la timidez ha dado paso a la necesidad y el deseo de contar nuestras propias historias. Y es ahí donde reside la magia de estos cursos de verano: yo ya siento a Antonio (ya le llamo por el nombre de pila: después de tres días ya hay confianza) como alguien cercano, con el que puedo compartir inquietudes literarias y del que puedo aprender tantísimas cosas.

En las charlas hoy hemos hablado de la génesis de la novela: el proceso de creación de una obra como traslación de una experiencia personal. Antonio comenzaba citando a Nabokov, cuya idea de novela respondía a un plan previamente pensado y ordenado, y nos hablaba de su experiencia personal como algo diametralmente distinto: para él la novela se crea a sí misma mientras se va escribiendo. A veces la escena que quieres contar se encuentra en tu cabeza y puedes ver cómo se desarrolla perfectamente con todos los detalles; sin embargo, hay ocasiones en que es difícil encontrar las palabras para plasmarla en el papel: con esto Antonio nos confesaba que, para él, el argumento es simultáneo al hecho de escribir y no anterior al mismo, y lo hacía con las siguientes palabras refiriéndose a su primera novela, Beatus Ille :

“Alentado por la persona que me había dicho que aquella historia merecía ser contada, se me ocurrió la clave que daría forma a la novela: esa clave era un punto de vista que sólo se conocería al final. En el momento de despertar vi y casi escuché la novela. De pronto, todos los papeles y todas las historias que tenía amontonadas, cobraron sentido. Según iba escribiendo, iba encontrando nuevos detalles.”


Antonio se refiere al hecho de escribir como algo "a medias voluntario y a medias caprichoso": al igual que es necesario ese punto de inspiración, ese Eureka! que acontece de repente, también lo es la lectura de los clásicos, entre los que cita a Flaubert, Proust, Faulkner o Stendhal, y el proceso de recapitulación en el que creamos y ordenamos nuevas historias y personajes. Como hablaríamos en el momento de la interacción, es necesaria la participación de la mente consciente e inconsciente para dar forma a una obra.

La segunda parte de la mañana la comenzábamos de la mano de Michael Curtiz y una escena de su clásico Casablanca (1942) para realzar la idea de que las historias, como la vida, se escriben sobre la marcha: ambas, al igual que la novela El invierno en Lisboa, son huidas hacia delante sin conocer el final. Durante toda la mañana ha sido muy recurrente el tema de la influencia del cine en la obra de Antonio. Según sus propias palabras, El Gran Gatsby (Jack Clayton, 1974) fue la película que le dio la clave para crear al narrador de su segunda novela, y las dos se basan en el modelo creado por Sir Joseph Conrad para El corazón de las tinieblas: un narrador en tercera persona que cuenta los hechos desde una cierta distancia y desconoce una gran parte de la personalidad del protagonista.

Antonio habla con mucho cariño de El invierno en Lisboa, y se prodiga en los detalles de su creación: nos relata la influencia de las artes en la gestación de la novela, sobre todo de la música, ya que concibe al escritor como un "modulador de tiempo", que realiza una composición temporal.

Para terminar os dejo una de sus frases a tenor del cambio de estatus del escritor en su propia generación,  que añadiré a mi cuaderno personal de citas importantes:
“La literatura debe aspirar a ser leído por aquellos con los que no compartimos códigos generacionales o culturales” 
Mañana seguiremos twitteando al pie del cañón, como siempre desde @RaRoARTE y con los hashtags #MunozMolina y #UIMP

Imágenes de planetalector.com y nachovt.blogspot.com

martes, 9 de agosto de 2011

UIMP: Itinerarios de un aprendizaje (III) El descubrimiento de la literatura

Segundo día del curso de verano de la UIMP Itinerarios de un aprendizaje, con Antonio Muñoz Molina, y yo cada vez más emocionada. Hoy hemos hablado sobre el descubrimiento de la literatura y cómo este hecho influye en la obra del futuro autor.

Ya desde el principio, las frases de Muñoz Molina han sido lapidarias: "descubrimos la literatura cuando nos damos cuenta de que el mundo que tenemos alrededor no nos gusta". El autor ha compartido con nosotros su experiencia de la infancia en una sociedad agrícola cuya concepción era circular y estaba regida por ciclos, como por ejemplo, el ciclo de la cosecha. Pero en este ambiente cerrado se abrían paso nuevos modelos venidos, por lo general, del extranjero: el cine, la música pop inglesa y americana y la televisión se hacían sitio poco a poco en la vida de los jóvenes, que descubrían así que existía algo más allá de lo que la sociedad española les ofrecía.

Para Muñoz Molina el cambio radical se produjo en su  época de instituto, cuando se dio cuenta de que no deseaba vivir en el mundo en el que estaba, sino que buscó uno distinto. Este deseo de ruptura está íntimamente relacionado con la creación literaria: el autor se ha vuelto extranjero a su cultura campesina (de la que se da cuenta de que no conoce nada realmente), a su tiempo y a la política, y es por esto que necesita primero descubrir un mundo nuevo a través de la lectura de las obras ya editadas, y después crear uno propio escribiendo las suyas. Muñoz Molina se ha referido al descubrimiento de uno mismo en la época de instituto como "el descubrimiento de la felicidad de escribir".

Hemos hablado largo y tendido sobre el peligro de las ideologías: en el contexto de España a finales de los 70, cuando Muñoz Molina asistía a las clases de Historia del Arte en la Universidad de Granada, la sociedad estaba demasiado influenciada por la ideología, que eclipsaba la variedad de las Artes y de la Historia, y regía todas las interpretaciones. Critica la ideología y la define como "una respuesta de antemano para todo, basándose en dos o tres libros en virtud de los cuales se explica el mundo": es decir, la ausencia total de la libertad de pensamiento y de crítica, la comodidad de que te lo den todo hecho y no tener que pensar por ti mismo gracias a la interpretación tiránica y unívoca de las cosas.

Frente a esta sociedad dominada por la ideología, Muñoz Molina nos ha hablado de que su "tabla de salvación" fue el descubrimiento de la literatura iberoamericana, a la que se refería con las siguientes palabras:
“De pronto me di cuenta de que  el mundo estaba lleno de historias que tenían que ser contadas; la literatura iberoamericana me devolvió la conmoción del relato y la emoción de la palabra escrita: era una prosa en el mismo idioma, pero totalmente diferente de todo lo que había conocido” 
Muñoz Molina ha compartido con nosotros la influencia que las obras de autores como Juan Carlos Onetti, Jorge Luis Borges, Alejo Carpentier o Juan Rulfo han ejercido sobre él y sus novelas, haciéndole ver que quería escribir y qué tipo de literatura quería hacer. Este descubrimiento le hizo valorar las historias que le habían contado desde niño, pero se dio cuenta de que también quería crear sus propias historias y lanzarlas al mundo en forma de narrativa.

Ya por la tarde ha tenido lugar la tertulia de los Martes Literarios en el Paraninfo de la Magdalena, en las antiguas Caballerizas: allí, tras una entrevista llevada de forma magistral por Regino Mateo (@ReginoMateo) en una sala con aforo completo, los lectores han podido charlar con Muñoz Molina sobre su obra.

Como he dicho varias veces a través de las redes sociales, nunca antes había visto a un literato de la talla de Antonio Muñoz Molina hablar y comportarse de una forma tan cercana con sus alumnos y público, y me gustaría agradecérselo a través del blog. Este punto es algo en lo que coincidimos todas las personas con las que he tenido oportunidad de intercambiar opiniones a lo largo del tiempo que llevamos en Santander: lejos de dárselas de genio, Muñoz Molina tiene la gran virtud de saber acercarse a la gente y de transmitir su experiencia de una forma tan amable y genial como lo hace con sus novelas.

Mañana continuaremos twitteando el ciclo desde el Palacio de la Magdalena: podéis seguirme a través de @RaRoARTE y con los hashtags #MunozMolina y #UIMP.

lunes, 8 de agosto de 2011

UIMP: Itinerarios de un aprendizaje (II) Las historias que contamos

Hoy ha tenido lugar la inauguración del ciclo Itinerarios de un aprendizaje en la UIMP, dirigido por Antonio Muñoz Molina: un lugar privilegiado, en el Palacio de la Magdalena de Santander, para un curso que en su primer día ha creado muchas y muy buenas expectativas.

Palacio de la Magdalena, Santander
Imagen de turismoactual.net
A las 8:20 de la mañana me encontraba tomando el autobús que me llevaría hacia el Palacio de la Magdalena: un pequeño madrugón que se ha visto compensado a lo largo del día. Ya allí, lo primero es lo primero: acreditación y recogida de la documentación del curso para después ir a desayunar en un fabuloso buffette. Los nervios estaban a flor de piel por el comienzo del curso, y justo antes del pistoletazo de salida me he encontrado con mis "compañeras de curso": @maria_sanchez_, otra de las becadas de la Fundación Banco Santander, y Laura Rizo (@BookTrendyGirl), nuestro enlace con la Fundación. tanto María como yo le hemos dado las gracias unas 500 veces y, la verdad, es que no es para menos porque una oportunidad como esta sólo se presenta una vez.

Las primeras conferencias han tenido lugar en el Salón de Baile del Palacio: allí la Vicerrectora de la UIMP ha presentado el ciclo, y cuando Muñoz Molina ha comenzado a hablar ha comenzado la magia. Querría destacar el carácter cercano y humilde de tan gran creador: con un lenguaje sencillo, lejos de caer en pedanterías, ha querido compartir con todos los asistentes su propia experiencia como narrador, qué es para él escribir y cuáles fueron los hechos y obras que le influyeron personalmente. Para mí ha sido un verdadero honor compartir ese tipo de confidencias, ya que lo considero algo que pertenece a lo más íntimo de un artista.

Como buen Historiador del Arte, no han faltado las referencias a obras y artistas como Caravaggio, Stendhal o Miguel Ángel. Y con cada frase lapidaria todos nos sentíamos un poco más cerca de comprender el proceso creativo de una obra.

Según Muñoz Molina, el ser humano (ojo, no sólo el artista) está formado a base de historias: estas historias no son sólo las que están en los libros, sino que se trata de todas aquellas vivencias, propias y ajenas, que hemos oído o vivido nosotros mismos. El hecho de contar historias es inherente a la persona, y yo añado que lo que busca al contar esas historias es compartir experiencias: buscar la empatía del oyente al relatar los hechos vividos. Los libros, en el caso del creador literario, son historias que perduran a través de sus lectores: sin embargo, estas historias siempre están cambiando, pues cada historia es diferente con cada lector, que la lleva a su propia experiencia personal.

Sin duda alguna, uno de los mejores momentos del curso ha tenido lugar cuando Muñoz Molina ha pedido que los asistentes compartieran sus propias experiencias con la literatura: ¿qué historias les han influido? ¿cuál es la historia más antigua que recuerdas? ¿por qué crees que ha causado impresión en ti? Pocas veces había visto a un autor premiado y reconocido compartir de forma tan cercana y conectar de esa manera con su público. Me repito, lo sé, pero ha sido una experiencia inolvidable.

Os dejo algunas de las frases que han calado más hondo en este primer día para que las disfrutéis:

- "Las historias son universales: son un mecanismo de supervivencia, son fundamentales para la vida humana"
- "El escritor no tiene nada de excepcional: nace de una suma de aprendizajes que le vinculan a muchas personas"
- "La lectura es el vicio sin castigo"
- "La influencia es gratitud: sin ella no seríamos los mismos. Un lector que no recibe influencia de lo que lee, no puede progresar"
- "Nuestro equipaje de supervivencia se transmite culturalmente: aprendemos a través de las historias"
- "El mundo está lleno de historias que, por algún motivo, quieres escuchar"
"La imaginación consiste en llenar espacios en blanco: las historias llenan esos espacios" 
- "La lectura nos libera: el hecho de poder imaginar convierte a la lectura en un hecho liberador" 

Mañana continuaremos twitteando los encuentros: como hoy, desde @RaRoARTE y con los hashtags #MunozMolina y #UIMP.
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